Altamira, localizada en el estado de Pará, al norte de Brasil, a orillas del río Xingu (un afluente del Amazonas), es un coloso geográfico que fascina tanto por su inmensidad territorial como por su riqueza natural y cultural.

Con una superficie de 159.533 kilómetros cuadrados, es el municipio más grande de Brasil y hasta 2009 fue la subdivisión municipal más vasta del mundo. Esta área tan extensa es mayor que 104 países del mundo, entre ellas Grecia, Hungría, Suiza, Portugal, Austria e Islandia, o que los estados de Florida y Misuri en Estados Unidos. Sin embargo, apenas albergaba 126.279 habitantes en 2022.

El título de la mayor subdivisión municipal del mundo ahora lo ostenta Qaasuitsup en Groenlandia, con una impresionante superficie de 660,000 kilómetros cuadrados, que eclipsa incluso a la vastedad de Altamira.

El territorio de la ciudad de Altamira sombreado dentro del estado de Pará en Brasil. Curiosamente hay otra Altamira en el estado contiguo
El territorio de la ciudad de Altamira sombreado dentro del estado de Pará en Brasil. Curiosamente hay otra Altamira en el estado contiguo. Crédito: Felipe Menegaz / Wikimedia Commons

Y la mayor ciudad del mundo pasa por ser la china Hulunbuir, con unos 263.953 kilómetros cuadrados, casi el mismo tamaño en superficie que todo el estado de Texas, aunque no está muy claro si eso corresponde a la propia ciudad o a su área jurisdiccional.

No obstante, Altamira sigue siendo una entidad colosal, abarcando el 12.8% del territorio de Pará, el 1.8% de Brasil y el 0.8% de Sudamérica.

Antes de la llegada de los colonizadores europeos, el área estaba habitada por pueblos indígenas nómadas y semi-nómadas. La fundación formal de la ciudad se remonta al siglo XVIII con la creación de la misión jesuita Tavaquara, que fue cerrada a mediados de ese siglo.

Vista aérea de Altamira en una foto de entre 1975 y 1990
Vista aérea de Altamira en una foto de entre 1975 y 1990. Crédito: Dominio público / Wikimedia Commons

Durante el siglo XIX Altamira se convirtió en un núcleo de extracción de caucho y comercio de productos amazónicos. A medida que la ciudad crecía, también lo hacían sus conexiones con el resto de la región, facilitadas por rutas fluviales y terrestres.

En la actualidad, la agricultura y el comercio juegan roles cruciales en su economía. Sin embargo, el cambio más significativo vino con la construcción de la represa de Belo Monte, la cuarta presa hidroeléctrica más grande del mundo.

Por capacidad de generación es la tercera del mundo con 11.233 GW, tras la presa de las Tres Gargantas en China, y la de Itaipú, entre Brasil y Paraguay.

A nadie se le escapa que el nombre de Altamira procede del español. Y es que a finales del siglo XIX el lugar, que entonces todavía mantenía el nombre jesuita de Tavaquara, estaba dominado por un comerciante llamado Francisco Gayoso, que en uno de sus viajes a Europa oyó hablar de la recién descubierta Cueva de Altamira en Cantabria (España), la cual contenía asombrosas pinturas rupestres. A su regresó bautizó a sus tierras con ese nombre.

La controvertida presa de Belo Monte en Altamira
La controvertida presa de Belo Monte en Altamira. Crédito: Vice-Presidência da República / Wikimedia Commons

La vasta extensión de Altamira alberga una biodiversidad impresionante. Parte de su territorio incluye áreas protegidas como la Floresta Nacional de Altamira, el Parque Nacional Serra do Pardo y la Estación Ecológica Terra do Meio, que son vitales para la conservación de la Amazonía y sus innumerables especies.

Con un clima típicamente tropical, una temporada de lluvias que se extiende de noviembre a junio y una temporada seca de julio a octubre, las altas temperaturas son una constante durante todo el año, favoreciendo una exuberante vegetación que define el paisaje de la región.

Lamentablemente Altamira ha estado presente en los noticiarios de todo el mundo durante los últimos años por records negativos como ser la ciudad más violenta de Brasil, la fuerte oposición a la construcción de la presa, y sus consecuencias, y la deforestación de la selva amazónica.


Fuentes

The Guardian | Le Monde | Hetrick S, Roy Chowdhury R, Brondizio E, Moran E. Spatiotemporal Patterns and Socioeconomic Contexts of Vegetative Cover in Altamira City, Brazil. Land. 2013; 2(4):774-796. doi.org/10.3390/land2040774 | Wikipedia


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