El esperado inicio de los trabajos de extracción del barco fenicio localizado en Mazarrón, Murcia, y denominado Mazarrón 2, hasta el momento la nave antigua más completa encontrada en el Mediterráneo, ha comenzado con una serie de nuevos descubrimientos que están ampliando los horizontes del conocimiento arqueológico sobre el comercio marítimo en la antigüedad.

Un equipo especializado de la Universitat de València (UV), bajo la dirección del investigador principal Agustín Diez Castillo y con la colaboración de Carlos de Juan, director de la excavación, ha desplegado una ambiciosa operación para recuperar los restos del antiguo naufragio. La intervención no solo promete rescatar valiosas piezas arqueológicas, sino que también está revelando materiales inesperados que, hasta el momento, habían permanecido ocultos bajo los sedimentos del mar Mediterráneo.

El equipo de trabajo está compuesto por una docena de expertos, entre ellos tres estudiantes del Máster Universitario en Arqueología de la UV, restauradores especializados, seis buceadores profesionales entrenados en arqueología subacuática y un experto en documentación y comunicación procedente de la Universidad de Alicante. Además, parte de este mismo equipo ya ha participado en anteriores proyectos de éxito, como el reconocido proyecto subacuático ‘El Sec’ en Mallorca, lo que ha dotado al grupo de una sólida experiencia en la manipulación de materiales arqueológicos sumergidos.

Barco fenicio Mazarrón 2
El barco fenicio Mazarrón II en el fondo del mar frente a la costa de Mazarrón, Murcia. Crédito: Museo Nacional de Arqueología Subacuática

Con el fin de garantizar la seguridad de las piezas y del equipo, en el campamento base de operaciones se ha implementado una barrera de boyas que delimita la zona de trabajo y restringe el acceso a curiosos. Esto resulta crucial, ya que las piezas rescatadas presentan una fragilidad extrema debido a su exposición prolongada en el entorno marino. Durante las primeras semanas de septiembre, coincidiendo con la temporada turística, las medidas de seguridad se intensificaron notablemente para evitar cualquier tipo de incidente.

Para facilitar los trabajos, el Ministerio de Cultura ha cedido una plataforma equipada con sofisticados sistemas, como compresores de aire y motobombas que permiten la aspiración de sedimentos bajo el agua, además de plomos que aseguran que los buceadores puedan trabajar de manera eficiente a la profundidad adecuada.

Una de las innovaciones técnicas más destacadas de este proyecto ha sido la creación de modelos 3D de las 22 piezas principales del pecio, lo que representa un avance significativo en la planificación y ejecución de la extracción, ya que permite al equipo anticipar cualquier dificultad y diseñar soluciones más seguras para manipular los objetos más frágiles.

Barco fenicio Mazarrón 2
Trabajos de extracción del barco fenicio Mazarrón 2 del fondo marino. Crédito: Universitat de València

Para complementar este enfoque, se han fabricado moldes de resina de polietileno, que aseguran la protección de las piezas durante su extracción y posterior traslado a los laboratorios de conservación. Varias empresas tecnológicas punteras de la Comunidad Valenciana han colaborado en el desarrollo de estos modelos, poniendo a disposición del proyecto la tecnología más avanzada en el campo de la arqueología.

A pesar de que la zona ha sido objeto de excavaciones previas, el equipo ha encontrado materiales que no habían sido documentados anteriormente, lo cual ha sido una grata sorpresa para los investigadores. Entre los hallazgos más destacados se incluyen fragmentos de cuerdas y piezas de cerámica que habían permanecido enterrados bajo capas de sedimento.

La preservación de estos objetos tan delicados constituye una oportunidad única para los estudiosos, ya que ofrecerán nuevas claves sobre las prácticas comerciales y la vida a bordo de este tipo de embarcaciones en la antigüedad. Según han declarado los expertos, el estado de conservación de algunos de estos materiales es excepcional, lo que permitirá realizar estudios en profundidad sobre las técnicas de navegación y comercio de los antiguos fenicios.

De acuerdo con las estimaciones de Carlos de Juan, se espera que la extracción de todos los materiales pueda completarse antes del 6 de noviembre, aunque el calendario de trabajo está sujeto a variaciones dependiendo de las condiciones marítimas, que podrían retrasar las operaciones. Una vez concluida esta fase, los objetos recuperados serán trasladados al laboratorio ARQUAtec del Ministerio de Cultura, donde se iniciará el proceso de conservación, un proceso delicado y minucioso que podría prolongarse varios años.

Se calcula que serán necesarios al menos cinco años de tratamiento intensivo para que el barco y los materiales asociados estén listos para ser expuestos al público, ya que el tratamiento de la madera, que ha estado sumergida durante siglos, requiere una impregnación gradual para evitar que se deteriore una vez fuera del agua.

El inicio de este proyecto ha sido posible gracias a la estrecha colaboración entre diversas instituciones, entre ellas la Región de Murcia, la Universitat de València y el Ministerio de Cultura, cuya coordinación ha sido esencial para afrontar los múltiples desafíos que supone una operación de esta magnitud y complejidad. Tanto Agustín Diez como Carlos de Juan han subrayado que el éxito del proyecto radica en la colaboración interinstitucional, un modelo de cooperación que, sin duda, marcará un hito en el campo de la arqueología subacuática en España.



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